“Sólo de pensar que tengo que conducir me pongo nervioso”, “Desde el accidente que tuve, me siento incapaz de manejar mi vehículo”, “Noto como estoy perdiendo facultades y me resulta incómodo conducir”, “¿Por qué me bloqueo al estar al volante?, me da miedo que me choquen, no quiero atropellar a alguien”. Pensamientos como estos se refieren a un problema mucho más habitual de lo que nos podría parecer. En el lenguaje profesional se le llama “Amaxofobia”, que significa fobia a conducir.
Los atochamientos y tacos interminables son un escenario muy frecuente en las ciudades. Manejar un automóvil bajo la presión de la circulación es una actividad estresante que puede conseguir que no prestemos suficiente atención al volante y corramos el riesgo de sufrir un accidente.
Las Fiestas Patrias se acercan a pasos agigantados y con ello miles de automovilistas circularán por las carreteras de nuestro país, para trasladarse a distintos lugares a celebrar esta importante fecha. En ese contexto CEA te aconseja para que te prepares: