Los accidentes de tránsito, además de las consecuencias trágicas que pueden causar, suponen un elevado costo, tanto para las empresas, como para la administración y la sociedad en general.
La norma es aplicable a todas las organizaciones, tanto públicas como privadas, sin que importe el tamaño que tengan o el servicio que desarrollen y que interactúen con el sistema vial.
La norma ISO 39001 aporta a las empresas una serie de ventajas añadidas al principal objetivo de la norma (la reducción de muertes y heridos graves derivados de los accidentes de tráfico).
La norma CEA ofrece una labor de consultoría para el desarrollo de las actividades necesarias para definir, implantar y certificar el sistema de gestión de la seguridad vial.
En nuestro país, cerca del 65% de los accidentes de tránsito se sitúan en el contexto de hechos que ocurren en el ámbito laboral, ya sea en el trayecto del hogar hasta el lugar del trabajo o viceversa cuando sea esta circunstancia de carácter racional y no interrumpido ni desviado por razones de interés particular o personal. Asimismo, se suman a estos aquellos desplazamientos mientras se desarrollan actividades propias del trabajo. Ambos con la participación de al menos de un vehículo involucrado en el siniestro.
En reciente publicación del Anuario Estadístico de Siniestros de Tránsito acontecidos durante el año 2023 a nivel nacional, elaborado a partir de los datos recogidos por Carabineros de Chile, revela cifras que si bien son menores al escenario país año 2022, no pueden dejar de ser preocupantes por las consecuencias de lesionados y fallecimientos que produce un hecho que deja secuelas y que no solo se limita a los costes sociales en términos económicos y sanitarios, sino que también implica un gran dolor y sufrimiento a los familiares.
Las empresas deben comprender que la base de un sistema de educación vial significa concentrar los esfuerzos en integrar a sus colaboradores en sus condiciones de vida, es decir, en su propia y particular realidad, con el contexto social - laboral y entorno en el que se desenvuelven, promoviendo constantemente un entorno de comunicación, difusión y de toma de conciencia que los haga ser verdaderos transformadores y colaboradores con los objetivos pretendidos por la organización para controlar y reducir los siniestros viales.
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