Los accidentes de tránsito, además de las consecuencias trágicas que pueden causar, suponen un elevado costo, tanto para las empresas, como para la administración y la sociedad en general.
La norma es aplicable a todas las organizaciones, tanto públicas como privadas, sin que importe el tamaño que tengan o el servicio que desarrollen y que interactúen con el sistema vial.
La norma ISO 39001 aporta a las empresas una serie de ventajas añadidas al principal objetivo de la norma (la reducción de muertes y heridos graves derivados de los accidentes de tráfico).
La norma CEA ofrece una labor de consultoría para el desarrollo de las actividades necesarias para definir, implantar y certificar el sistema de gestión de la seguridad vial.
Las lecciones aprendidas tienen por finalidad transformar los aciertos y errores que se cometen en conocimiento para una mejora continua de los procesos y prevenir de que hechos con lamentables consecuencias puedan ser evitables, es decir, deben convertirse en el motor que impulsa la identificación de fallas sistémicas y el reconocimiento de buenas prácticas, permitiendo ajustar estrategias para maximizar la efectividad preventiva.
La seguridad vial representa uno de los mayores desafíos para las empresas chilenas que dependen del transporte como parte fundamental de sus operaciones, como asimismo para los trabajadores que se desplazan a sus trabajos en vehículos propios o haciendo uso del transporte público.
La seguridad vial es un componente esencial para cualquier organización que interactúe con el sistema vial. Que las empresas cuenten con un marco efectivo para gestionar los riesgos viales representa un aspecto que debe necesariamente ser potenciado y que sólo puede aprovecharse a través de la mejora continua.
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